Tenemos por norma cuidar de nuestra salud. Y, generalmente, cuando perdemos la salud es porque rompemos esa norma. La espalda bien cuidada, es norma de nuestra buena salud y bienestar. El hábito se llama Quiropráctica.
La necesidad de recuperar y mantener tu salud mediante el ajuste Quiropráctico proviene de la costumbre que tenemos de hacer movimientos indebidos, sentarnos mal o someter a nuestro cuerpo a esfuerzos inapropiados que provocan subluxaciones en nuestra espalda.
Tanto en cuanto las tensiones nerviosas, los movimientos inadecuados de nuestro cuerpo o el cansancio, forman parte de nuestro ciclo diario de vida, debemos reponer nuestra salud y energía.
Si ajustarse la espalda es un reinicio corporal que nos reporta la salud necesaria para una vida de bienestar, las vacaciones de verano, con toda su calidez, hacen otro tanto.
La Quiropráctica equilibra tu sistema nervioso y fortalece tu cuerpo, de tal manera que ayuda a mantener estable tu balance emocional y a prevenir posibles episodios de ansiedad.
Es curioso cómo de una tragedia o sufrimiento profundos, surgen nuestros mejores chistes. Muchos procesos de reparación corporal se activan con un poco de buen humor.